La locura es la excepción en los individuos, pero es la regla en los grupos
Desde el inicio de los tiempo hemos formados grupos, como seres sociales que somos.
Los grupos son la base de la vida en familia, ocio y trabajo (y desafortunadamente, la guerra).
Los grupos gozan de mayor ÉXITO si se convierten en unidades más productivas llamadas EQUIPOS.
Se denomina trabajo en equipo a la mutua colaboración; es decir, diferentes talentos individuales que se unen trabajando de una forma coordinada para alcanzar un objetivo común.
El trabajo en equipo se ha convertido desde hace bastante tiempo en un método de trabajo empleado en todas las organizaciones para conseguir alcanzar los objetivos propuestos. Por este motivo, que las personas seamos capaces de trabajar “codo con codo” con otras personas, ofreciendo nuestro conocimiento y compromiso para la consecución del objetivo común ha llegado a ser una competencia necesaria para permanecer en el mundo laboral y continuar con nuestro desarrollo profesional que será clave para nuestra empleabilidad.
Hablar de equipos es hablar de coaching de equipos en las que a través de métodos y herramientas de diagnóstico centrarse en un foco u otro. Es interesante hacer mención ya que las empresas “aunque algunas no lo sepan”, tienen la necesidad de contar con equipos excelentes, que trabajen de forma alineada en esa visión estratégica y sobre todo quieren resultados rápidos y que se mantengan en el tiempo ¿o no? Pues para empezar hay que saber la realidad actual del equipo ¿cómo? ¿Me acompañas?
Ya que un equipo es un sistema dinámico y activo, con su propia personalidad, temperamento, emociones, clima, visión, cultura propia con valores y reglas de funcionamiento (unas escritas y otras no), todo proceso de Coaching de Equipos empieza con un análisis de la situación actual del equipo.
Las herramientas de diagnóstico nos ofrecen una información muy válida sobre características del equipo, identidad, fortalezas, roles de sus integrantes, estilos de liderazgo, de comunicación. Constituyen un punto de partida para la reflexión dentro del equipo, y para la definición de un plan de acción en función de los objetivos que se quieran conseguir. Cada una de las que se citan más abajo pone foco en diferentes aspectos a tener en cuenta al analizar el “estado” del equipo.
El Coaching de Equipos está orientado a la consecución de objetivos colectivos, generando una cultura grupal que permita el aprendizaje y desarrollo de cada uno de sus miembros. Les apoya en la revisión y mejora de sus relaciones, procesos de trabajo y valores. Genera la energía necesaria para que se afronten los desafíos como oportunidades, así como la evolución hacia una autonomía colectiva, el bien común y la corresponsabilidad. Por esto resulta esencial la realización de un buen diagnóstico, cualquiera que sea el método a utilizar en la etapa inicial del proceso.
Por tanto, las etapas de un proceso de coaching de equipos, según ICF son:
Y los métodos, herramientas y foco de observación en esta fase de diagnóstico varían según la siguiente tabla:
Tomaré como referencia la herramienta de diagnóstico TDA (Team Diagnostic Assessment®). Es una herramienta desarrollada por Team Coaching International que se utiliza para diagnosticar la situación de un equipo en un momento concreto. El TDA hace una medida de las fortalezas y debilidades del equipo según las perciben sus integrantes en función de su productividad y su positividad, lo que facilita el punto de partida para orientar, por ejemplo, un proceso de coaching de equipo.
Estas dos dimensiones son claves en el trabajo en equipo, a las que deben atender tanto el líder, como los miembros del equipo, y son:
- PRODUCTIVIDAD: Hace referencia a cómo el equipo realiza sus tareas y toma las decisiones para alcanzar sus objetivos.
- POSITIVIDAD: Se refiere a la calidad y forma en que se gestionan las relaciones dentro del equipo. El ambiente interno del equipo.
Fortalezas de la PRODUCTIVIDAD
- Metas y estrategias
- Alineamiento
- Responsabilidad
- Recursos
- Toma de decisiones
- Proactividad.
- Liderazgo del Equipo
Fortalezas de la POSITIVIDAD
- Confianza
- Respeto
- Camaradería
- Optimismo
- Valoración de la Diversidad
- Comunicación
- Interacción Constructiva
Aquí en este ejemplo ya se puede intuir qué trabajar en un inicio “en la RUEDA de las FORTALEZAS”.
Combinando las 2 dimensiones, podemos encontrar cuatro tipos diferentes de equipos de trabajo:
- Baja positividad y baja productividad: el resultado será una atmósfera de crítica, culpa y cinismo. Reinará el agobio, habrá poca diversión, existirá el miedo a perder el trabajo o al fracaso de la compañía. Es éste un equipo en el que las personas se sentirán apagando fuegos de manera constante, estando orientados al corto plazo y protegiendo, por encima de todo, sus territorios personales.
- Alta productividad y baja positividad: un equipo enfocado en la eficiencia, con los objetivos claros, orientado al resultado final, pero con problemas de retención y rotación alta, es decir, gente quemada y en guardia.
- Baja productividad y alta positividad: el equipo se basa en la amistad, se da una carencia de foco efectivo, es decir, los objetivos están poco claros y hay un insuficiente sentido de urgencia. Se tolera la “incompetencia”, no está orientado a resultados, y por último, eso sí, existe un gran sentido de conexión y diversión.
- Alta productividad y alta positividad: tendremos un equipo exitoso y divertido, que está en sintonía, que se marca metas desafiantes, con visión inspiradora, es proactivo hacia el cambio, posee una comunicación abierta, y los miembros se retan constantemente.
Teniendo en cuenta lo comentado, debemos trabajar para conseguir que en nuestro equipo reine el equilibrio y ambas dimensiones se encuentren en un nivel alto, de forma que consigamos los mejores resultados posibles.
Trabajar en equipo no solamente significa trabajar todos juntos. Un equipo de trabajo consiste en un grupo de personas con una misión u objetivo común, cuyas habilidades se complementan entre sí, trabajando coordinadamente, con la participación de todos sus miembros para la consecución de una serie de objetivos comunes, de los que son responsables
Para mí el trabajo en equipo es una habilidad clave para tener el mejor desempeño como profesional y ser más empleable. En el entorno digital actual nos podemos encontrar con que se puede fomentar en exceso el individualismo, “el yo”, incluso cayendo en la “soledad del profesional”, por ello es interesante que se fomente el trabajo en equipo y por supuesto el alcance de los objetivos colectivos, de esta forma la persona forma parte de un equipo, “un nosotros”, y no “un yo individual…” trabajando hacia el éxito colectivo como un “yosotros”.
Llegado hasta aquí te lanzo las siguientes reflexiones
- ¿A cuál equipo quieres pertenecer?
- ¿Qué equipo quieres crear?
Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito
Henry Ford
Gracias por acompañarme hasta aquí
[…] herramientas colaborativas por todos los empleados, etc.…). Esto no funciona si además no se trabaja en equipo, si no se crean equipos excelentes (aprovechando al máximo sus ventajas), si no se desarrollan […]
[…] el trabajo en equipo, el procrastinador suele pagar con una mala imagen y reputación (en ocasiones otros asumen sus […]